Educar sin sobreproteger

Cuando no le dejamos crecer

Tu hijo necesita cuidados, amor, seguridad. Pero también independencia. Y es que una excesiva protección podría traerle más dificultades que las que sus papás le quieren evitar.

nino

¿Qué es la sobreprotección?

Es un exceso de celo en el cuidado de los hijos, tanto que, a veces, lleva a los padres a ofrecerles algo que los pequeños ni siquiera han solicitado«. En efecto, la sobreprotección supone una dedicación absoluta al cuidado de los niños, hasta el punto de intervenir en cualquier tipo de situación conflictiva que se les presente, con lo que impiden su aprendizaje y, por lo tanto, un correcto desarrollo en su camino hacia la madurez.

Durante las primeras etapas de la vida del niño, éste depende totalmente de nosotros. A medida que crece, su instinto le anima a ir desligándose de los padres, a experimentar por su cuenta, a enfrentarse a nuevos retos. La necesidad de independencia forma parte de su proceso de crecimiento, para el que sus progenitores también deben estar preparados. Sin embargo, no todos lo están. A algunos les cuesta ir soltando esas ataduras y prefieren seguir con sus niños “pegaditos a sus faldas”, sin darse cuenta de que hacer los deberes por ellos, no dejarles nunca con sus abuelos, controlar sus amistades…, no sólo no les ayuda en su desarrollo, sino que puede causar el efecto contrario y retrasar su progreso psicólogico, intelectual y social; además de convertirles en adultos inseguros, miedosos, estresados, dependientes de los demás, con problemas en sus relaciones sociales y con poca tolerancia de la frustración

Posibles efectos de la sobreprotección en nuestros hijos

Digo posibles efectos, porque en esta cuestión no hay ciencias exactas. Puede suceder que los efectos que voy a describir se den en hijos de padres no sobreprotectores, y también la cuestión contraria. Ahora sí, hay que tener claro, que practicando este estilo educativo, aumentamos mucho las posibilidades de que nuestros hijos sufran las siguientes consecuencias:

  • –          Timidez y dependencia excesiva.

  • –          Inadecuado e insuficiente desarrollo de las habilidades sociales.

  • –          Inseguro de sí mismo y de su relación con los demás, falta de confianza.

  • –          No asume la responsabilidad de sus actos, ya que son sus padres los que suelen asumirla.

  • –          Labilidad emocional: tan pronto está contento como se echa a llorar.

  • –          Miedos y fobias sociales, de separación de los padres…

  • –          Falta de experiencias, de actividades, que desembocan en un mal desarrollo de habilidades y capacidades.

  • –          Inadecuado desarrollo de la empatía.

  • –          Falta de iniciativa propia e inadecuado desarrollo de la creatividad.

  • –          Sentimientos de inutilidad.

  • –          Es fácil que se vuelvan egocéntricos y tiranos con todo su entorno.

  • –          Pueden tener retrasos o dificultades en el aprendizaje, afectando a su rendimiento académico.

  • –          Dificultad para la toma de decisiones.

  • –          Tendencia al pensamiento negativo y al pesimismo.

  • –          Tendencia a la depresión y a trastornos afectivo

Algunas pautas para evitar la sobreprotección, como está en tu mano evitar estas conductas, te ofrecemos algunas pautas para que puedas ofrecer a tu hijo los cuidados que necesita para sentirse seguro y querido, sin caer en una excesiva protección:

  • Dejar que se enfrente a las dificultades, a adaptarse a un entorno que cambia constantemente y a desarrollar sus habilidades por sí solo.

  • Dejarle respirar, no estar permanentemente controlándole o atosigándole con preguntas o preocupaciones por su bienestar y salud.

  • Favorecer que aprenda a pensar por sí solo, a asumir nuevos retos –en el deporte, por ejemplo–, a tomar la iniciativa y a adoptar sus primeras decisiones. Hazle sugerencias, pide su opinión, tenle en cuenta…

  • Fomentar que juegue o realice actividades con otros niños, sin la presencia constante de los adultos.

  • No darle todo lo que pida o lo que los padres creen que necesita. Mostrarle el valor del esfuerzoy las enseñanzas que encierran las dificultades y la frustración.

  • Estar a su lado cuando lo necesite, pero para apoyarle, no para solucionar sus problemas y realizar sus tareas.

  • Permitir que pase algún tiempo con otras personas para establecer lazos afectivos con abuelos y tíos e “independizarse” un poco de sus padres.

  • Tratarle de acuerdo a su edad. Permítele que coma solo o se vista cuando ya sea capaz de hacerlo; y a medida que va cumpliendo años, retírale el chupete, el biberón, la sillita de paseo…

sobreproteccio_06_x500

 

Deja un comentario